Donnerstag, Dezember 22, 2005
nach Hause...
Las presiones sobre el centro de Europa han bajado lo suficiente y los finos copos de nieve cubren mi gorro, mi abrigo y las dos mochilas camino de la estacion, a resbalones nos abrimos paso por el hielo en la calle, las 5 todavia es de noche y enseguida tenemos un café aguado pero caliente y un cigarrito recien liado, alternamos ambas manos, el principio cero de la termodinamica dice que dos sistemas en equilibrio termico estan a la misma temperatura. Una hora de tren a Hannover, no basta para relajarse durmiendo asi que escucho a los italianos del otro lado del tren, y una vez alli a correr a la otra via a coger el ICE hacia Dortmund, dos horas esta vez asi que aseguro el asunto con la alarma del reloj y dispongo mi palestino en los ojos hasta las 9:29 de la mañana llegada a Dortmund Hauptbahnhof, y carrera encaje de bolillos entre UBahn, faltan dos minutos para el U47 a Aplerbeck, recorre la ciudad hacia el este y en la estacion Terminal autobús 440 hacia el aeropuerto donde una cola de sonrosados alemanes se disponen a pasar sus vacaciones en la segunda residencia en España, por supuesto los viajeros solitarios con mochilas son los ultimos en subir pero aun asi hay un sitio junto a la ventana. La presion en los oidos pita como el arbitro del Bayern-Borussia Dortmund pero en dos horas vere el mar… o no lo vere porque derrumbarme en el asiento ajustar el cinturón echarme el palestino sobre la cabeza y caer en el sueño de los benditos es todo uno… hasta que el pito del oido no resuena de nuevo y el capitan anuncia sin erres la llegada a Alicante, para lo cual no hace falta decir ninguna erre y por eso suena genuinamente castellano y recuerdo que me quede dormida con la boca abierta y no bastara toda la cocacola extradulce del avion para que deje de ser un trozo de estropajo… los niños alemanes creen haber llegado al fin del mundo el Apocalipsis sin arboles y suelos pardos resecos, encostrados en superficie… tras tres meses por fin me da alegria ver a la familia, tras una comida junto al mar nos dirijimos a casa y …mañana sera otro dia.
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3 Kommentare:
palestino marmenorrosattos
viaggio to desiertos europedos
willkomen aranchi
deje usted las salchichen en consigna y lancese directa a por el menú navudeñoooooo
el calor de la familia y la belleza del mar contra el frio de un mundo nuevo,donde esta una libertad non conocida.es lindo volver en un lugar donde las caras son esa que te vienen en mente ante de dormir.se tiene que viajar,ser libre sin confine,ma como me ensegnò dostotoevskij,un hombre tiene que tener un lugar adonde ir porque jega un momento que se tiene que ir por fuerza de algun lado.
un sorriso y buena vaciones.
se te va la pinza,pero me gusta =)
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