Llevo un mes recitando el nombre de marcianos alemanes
encajando dativos y acusativos
como antes encajaba cationes y aniones
ahora he cambiado el radio iónico
por un Satzbauplan invertido
y las ruedas de mi bicicleta se conjugan
se hacen separables e inseparables...
y el cuadro se convierte en un zu metalizado.
Desafío entre mientras la paciencia
de almas bienintencionadas
y uso una red social trivializada
para agradecer horas de ojos estropeados
mientras entro en la última semana
de una semiexcedencia sin descanso
más allá de salidas en manada.