Un mes y cuarto de incertidumbres, interminable a vista futura. Dias calmos de playa,
de horas del cafe arremolinadas con la de la cena, juntas o incluso revueltas,
de series cortas de fuerza pero ordenadas y juguetonas, de un levantar cabeza, tronco
y brazos al fin, incluso una rodilla deslizandome ligeramente canteada; de ver envejecer a Noa de forma exponencial y a veces engañosamente
verla rejuvenecer, justo el tiempo que se tarda en decir vamos;
de volver a recibir a los rubios teutones, de volver a tener ganas de devolver la visita.
Una vuelta a la búsqueda, a la investigación, a ScienceDirect, al frente del teclado,
a la bata blanca que ya hace mucho que dejo de ser blanca
(aqui tambien la pureza significa inexperiencia),
a proyectos y curiosidades, intrigas, afán de aprender,
rutinas que no lo son tanto y resultados sorprendentes
tanto por lascoincidencias
como por las disidencias.
Un millon de ideas bullendo
de nuevo en la cabeza...
Quizá demasiadas.
Como siempre.